A medida que la próxima edición de la COP (Conferencia de las Partes) se vislumbra en el horizonte, realizamos un breve recorrido guiado por los eventos desde la COP26 y lo que esperamos de la COP27, a través de la lente de la industria del turismo. En el lenguaje diplomático, “las partes” se refiere a las 197 naciones que acordaron un nuevo pacto ambiental, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en una reunión en 1992.
Aunque han pasado treinta años desde que tuvo lugar la primera conferencia, de alguna manera parece que este es sólo el segundo año. Quizás sea porque el mundo entero –después de haber sido "empujado" a la conciencia por la pandemia de COVID- se volvió más sensible a las cuestiones relacionadas con el cambio climático. De hecho, el año pasado, la COP26 tuvo una enorme resonancia global y una variedad de organizaciones y partes interesadas se unieron y sumaron sus voces a las negociaciones – y cuando no pudieron, al menos lo intentaron.
En cualquier caso, aunque el camino sigue lleno de obstáculos, debemos preguntarnos si los llamados a la acción declarados en Glasgow han sido respondidos o no, y qué nuevas acciones inspiradas se pondrán sobre la mesa para compartir con otras partes interesadas.
2021 fue un año importante
El planeta continúa pidiendo a gritos ayuda y atención constante y, aunque no hemos podido frenar la velocidad de su descenso crítico, algo ha cambiado drásticamente en nuestra conciencia colectiva.
En la COP26 y por primera vez, se invitó a las partes participantes a informar sobre su progreso en la implementación del Acuerdo de París de 2015. Más allá del movimiento masivo de organizaciones de la sociedad civil y representantes del tercer sector, la COP26 fue un momento decisivo para nuestra industria.
el 4th En noviembre de 2021 se lanzó la Declaración de Glasgow. Nace de una colaboración entre el OMT (Organización Mundial del Turismo), el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), Visita Escocia, La Fundación de Viajes y Turismo declara emergencia climática, la declaración fue lanzada con 300 socios firmantes y reunió al sector en unidad, movido por un conjunto de objetivos extremadamente prácticos.
Según Lebawit Lily Girma, periodista de viajes de Skift, fue un importante punto de inflexión para la industria de viajes y, continúa diciendo, antes de esto no había directrices uniformes para la industria del turismo sobre cómo alinearse con el Acuerdo de París, ni tampoco un compromiso o liderazgo uniforme.
En este caso la solemnidad, propia de cualquier declaración, encuentra agudeza en su visión clara:
declaramos nuestro compromiso compartido de unir a todas las partes interesadas en la transformación del turismo para lograr una acción climática eficaz. Apoyamos el compromiso global de reducir a la mitad las emisiones para 2030 y alcanzar el nivel Net Zero lo antes posible antes de 2050. Alinearemos constantemente nuestras acciones con las últimas recomendaciones científicas, para garantizar que nuestro enfoque siga siendo consistente con un aumento de no más de 1,5°. C por encima de los niveles preindustriales para 2100.
El mensaje es explícito: se acabó el tiempo de hablar. Necesitamos entrar en la era de los hechos y la acción.
La invitación a los actores del turismo tímidos o simplemente demasiado ocupados es audaz: es hora de presentarse y hacerse responsables.
De hecho, la declaración tiene por objeto ser solo un punto de partida: el compromiso adquirido con la firma debe ser probado y mantenido en el tiempo, de lo contrario la firma será eliminada.
Entonces no habrá espacio para el greenwashing y habrá más oportunidades para el verde "Los perpetradores" salgan a la luz e inspiren positivamente a más colegas, porque esto también está sucediendo. Como respuesta a las prácticas de greenwashing, hoy en día muchas empresas subestiman su impacto en la sostenibilidad –greenhushing– principalmente por miedo a ser acusadas de greenwashing, y todo el mundo parece haberlo adoptado indiscriminadamente en su vocabulario.
inspirar global se une para acoger calurosamente la oportunidad para que las empresas nos muestren, más allá de simplemente revelar, sus prácticas de sostenibilidad.
Este es el momento de la prueba.
Los números sí importan
A menudo, pero no siempre, la prueba viene con números: cifras tangibles y claras que importan.
Cuando miramos el Declaración de Glasgow, se nota que los números cuentan. En primer lugar, adopta un enfoque basado en la ciencia que da prioridad a los números y no a las opiniones. Necesitamos mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C, porque la ciencia nos dice que una temperatura entre 1,7°C y 1,8°C representaría un nivel potencialmente mortal. Hemos llegado a un punto en el que debemos afrontar la realidad de estos hechos, por mucho que parezcan aterradores y quizás incluso dolorosos.
Si bien proporcionan una fría inmersión en la realidad, los números también nos ayudan a avanzar. hacia adelante, brindándonos parámetros y orientaciones claras. Si queremos hacer un cambio necesitamos medida donde estamos y monitor hacia dónde vamos, a lo largo del camino.
También hay otros números que importan:
- 300: el número de firmantes originales que, cuatro meses después del lanzamiento, ya había superado los 500 y que ahora incluye también a Expedia, Booking Holding y Condé Nast.
- 12: doce meses es el plazo concedido a los firmantes para presentar sus negocios plan de ACCION, que será compartido públicamente en una clara invitación a la rendición de cuentas.
- 5: el número de caminos propuestos: 1) Medir, 2) Descarbonizar, 3) Regenerar, 4) Colaborar y 5) Financiar.
Aunque los números son fundamentales para un enfoque lógico y útiles para combatir la resistencia irracional y emocional, el lenguaje de la declaración también contiene elementos de poesía.
Especialmente cuando se habla de Restaurar la naturaleza y nuestra relación con ella..
Cuando llegamos al meollo de la cuestión, los conceptos suelen ser transparentes y extremadamente simples una vez que han perdido todos sus adornos innecesarios: el planeta no está en buenas condiciones y nuestro bienestar (bienestar personal, social y económico) depende de eso. Necesitamos actuar. Es una llamada de supervivencia.
La forma en que hemos estado usando (y me atrevo a decir) abusando – el planeta ha sido depredador.
Ahora necesitamos reemplazar ese modelo y comenzar a usar uno más equilibrado acercarse.
Preparándose para el 27: ¿una señal geográfica?
el 30th Aniversario de la adopción de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), este año el evento COP27 se llevará a cabo en Egipto. Después de tantos años de discusiones pero de acciones tímidas, ¿debemos interpretar el lugar elegido como una señal de esperanza?
El Cairo, junto con Beijing y Nueva Delhi, tiene uno de los peores niveles de contaminación del aire del mundo. con concentraciones de partículas finas ocho veces superiores al máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud, según lo informado por Francia 24 Inglés. En el momento de escribir este artículo, la calidad del aire en El Cairo era clasificado como insalubre para grupos sensibles y se invita a las personas de esos grupos a limitar sus actividades al aire libre y usar una mascarilla cuando estén en la calle.
Aunque el evento se llevará a cabo en la ciudad más verde de Sharm El-Sheikh, deberíamos preguntarnos si esta podría ser una oportunidad para exponer y enfrentar los problemas de contaminación no resueltos de muchas grandes ciudades y comprometernos a escribir una nueva historia.
Además del estándar de calidad del aire, el hecho de que la COP27 sea en suelo africano también debería ayudar a llamar la atención sobre las luchas actuales del continente africano, que se ve fuertemente afectado por el cambio climático.
Según lo informado por el bbc, según los datos disponibles, actualmente Se estima que 17 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria en África oriental debido a la sequía, lo que convierte a África en una de las regiones más vulnerables del mundo. Si no se aborda de manera adecuada, esto tendrá consecuencias catastróficas para el continente y sus habitantes, por no hablar del daño a la industria del turismo.
Entonces nuestra pregunta es ¿Qué podemos ver en la próxima COP27 que podría arrojar una nueva luz sobre la forma en que vemos la situación?
Aquí hay algunas señales esperanzadoras.
Lo que debemos esperar: temas candentes y buenas señales
La discusión sobre apoyo financiero del cambio climático es uno de los grandes problemas sin resolver que probablemente ocupará algo de espacio.
La promesa hecha por los países desarrollados en 2009 de asignar $100 mil millones al año a los países en desarrollo para 2020 no se ha cumplido y ahora se ha pospuesto a una nueva fecha de 2023 y sigue siendo un tema candente en la agenda. El evento se estructura en jornadas temáticas, con focos específicos, el primero de los cuales está dedicado a las finanzas, lo que es una buena señal de intención para afrontar este tema. Al leer la página del evento, nos enteramos de que también discutirán instrumentos, herramientas y políticas financieras e innovadoras y combinadas con el objetivo de mejorar el acceso, aumentar la financiación y contribuir a la transición prevista y necesaria, incluidas las relacionadas con los canjes de deuda por medio ambiente.
Prometedor.
Además del día de las finanzas, nos enteramos de que también habrá un día dedicado a la Sociedad Civil y otro a Género. Esto al menos muestra una actitud positiva para incluir a diferentes partes interesadas que ya están activas en otros niveles y para reconocer su papel y contribuciones en términos de conocimiento adicional, perspectiva y participación activa.
De nuevo, prometedor.
Ahora esperamos ver alguna acción resolutiva en la dirección correcta.
Particularmente interesantes para nuestra industria serán las jornadas y debates temáticos sobre Descarbonización, Energía y Agua, y la jornada más general sobre Soluciones, que también debemos seguir de cerca. Espacio prometedor para discutir y dar forma al futuro.
El calendario completo de las jornadas temáticas se puede encontrar aquí.
¿Qué nos hará felices?
Si hablamos de compromisos, parece que el mundo todavía está dividido entre países en desarrollo y desarrollados, porque los países contribuyen al cambio climático, la mitigación y la adaptación de diferentes maneras, y estas deben ser consideradas y evaluadas a nivel global.
De cara al futuro, esto es lo que nos gustaría ver:
- Más apoyo a los países en desarrollo, en un espíritu de cooperación global.
- Más apoyo del gobierno nacional a las estrategias de respuesta indígena, para proteger la biodiversidad y aplicar conocimientos ancestrales para resolver problemas actuales a nivel de destino.
- Más habilidades, herramientas y conocimientos para compartir horizontalmente.
Quizás deberíamos resumir nuestras esperanzas en una invitación a ir más allá de la mentalidad de silo, en un espíritu de colaboración multilateral consciente y responsable.
¿Pero ese esfuerzo unido es realizable?
En términos de emisiones de CO2, el sector ha sido comparado con un país que se puede situar en 5th posición en la lista de los mayores contaminadores.
Y si nuestra industria ha sido comparada con un Estado-nación para resaltar los aspectos negativos y sus malas acciones, ¿por qué no deberíamos levantarnos y presentarnos de manera unida por una buena causa, que también es una causa común: salvar a nuestro mayor y más grande país? único activo: ¡nuestro planeta!
Si pensamos en estos términos, independientemente de lo que los gobiernos hagan, digan, prometan y firmen, nosotros, como industria, no deberíamos detenernos, frenar o perder nuestra voluntad de comprometernos y mantener nuestra promesa a las generaciones futuras, y también a nuestro negocio.
No sólo para sobrevivir, sino para seguir prosperando.
inspirar global es signatario de la Declaración de Glasgow. Has hecho tu declaración ¿todavía? Si no, nos gustaría invitarte a convertirse en signatario y comparte las noticias con nuestra comunidad.
Palabras de Elisa Spampanato
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